Piscinazo

A comienzo de la década de los años 80 un grupo de alumnos de 5to. Año, no conforme con las actividades de fin de curso que se realizaban en la época, se dan a la búsqueda de “algo” que fuese fuera de lo común y trascendente.

Es así como en el mes de julio, después del último examen final, deciden en el patio de recreo y sin preparativos previos, traspasar las rejas que dividen el patio y la piscina, y lanzarse al agua. A partir de este momento comenzó en el colegio lo que hoy, después de muchos años, se conoce como ¡El Piscinazo!.

A medida que fueron pasando los años, el número de alumnos de 5to. Año que participaban iba aumentando y de esa manera se estableció lo que hoy es considerado uno de los momentos más añorados y esperados por todos los alumnos del colegio.

En la actualidad y bajo el mayor “secreto”, los alumos hacen todos los preparativos para tan gran ocasión. Así se comienza a disfrutar y a vivir lo que será el piscinazo: la fecha, la hora y la forma en que bajarán desde los salones hasta la piscina después de una señal particular.

¡Llega el gran día!, se da la señal y comienzan a bajar a la piscina: Un momento que es caracterizado por gritos, euforia, alegría, etc., ya que algunos alumnos han esperado hasta 14 años para ello. Se salta la reja y la piscina se convierte en una gran fuente, producto de la energía que fluye porque se cumple un anhelo, una tradición, o simplemente un sueño esperado con ansias. Con música, bailes, juegos, saltos, fotos, películas, etc., y por supuesto con la entonación del himno del colegio, se consigue crear un ambiente propicio de alegría y satisfacción el cual cuenta como espectadores a la dirección, los padres, los docentes y, por supuesto al resto del alumnado.

Después de unas cuantas horas, llega a su fin una de las mayores tradiciones del colegio. Cansados, pero satisfechos por haber realizado un sueño, los futuros bachilleres se retiran del colegio. Es entonces, como, a partir de ese momento, se comienza a despedir a una nueva promoción que recordará la actividad como parte de una etapa de su vida. ¡Y hasta el próximo año! ¡Hasta el próximo PISCINAZO!!!