Abril cerrando y en el umbral de mayo

Los aires festivos se sienten con más fuerza en el devenir de la promo 83. La magia del compartir auténtico, vivido, real en aquel primer tercio de nuestras vidas”

“Comíamos bien y barato, bebíamos bien y barato, y juntos dormíamos bien y con calor, y nos queríamos” (en “París era una fiesta”, novela de Ernest Hemingway).

Ya culminando el mes de abril, muchos 83 respirábamos aires de celebración. A la vuelta de la esquina, en menos de tres meses, concretaríamos nuestro grado como bachilleres. “Todo era una fiesta. Desde que llegábamos al colegio a partir de las 6:30am hasta regresar a la casa. Una sensación muy sabrosa”, rememora la popular Alexandra Rivas, del 5to año C, promo 83, la siempre activa delegada y también coordinadora de nuestro chat.

Y claro, ya había varios antecedentes rumberos. “Desde un tiempo antes tuvimos nuestras primeras salidas a las discotecas de moda (“City Hall”, “Raimbow”). Desde los 15 años comenzamos a salir. Nos poníamos unos súper tacones y mucho maquillaje, además de llevar los trajes de lentejuelas propios de la época”, recuerda Rosa Febres (“Rosita”), una de nuestras artífices del Instagram promo 83 y reina de los stickers creativos por WhatsApp. Es también la connotada líder de “Las Maquilladoras” (ahora “Las Brujas”) del 5to año A, promo 83. ¿Las recuerdan?

“En ocasiones amanecíamos rumbeando, bailando”, comparte Rosa. “Y todas diciendo mentiritas blancas por todos lados, pero todas descubiertas por todos lados!”.

Para varios compañeros del 5to A, la casa de Rosa -con el apoyo de su comprensiva madre- era el sitio de pernocta en aquellas noches de fiesta. Para otros, los de 5to año B y C, era muchas veces la casa de la Alexandra. Y también había otras casas hospitalarias para alojarse en aquellos tiempos tan festivos de la promo 83!.

“Muchos hicimos vida fiestera con compañeros de otras promociones”, cuenta Alexandra. “Cerca de 5 promos compartimos juntos ese año 83 en fiestas, reuniones, idas a la playa e innumerables paseos. Llegamos a ser más de cuarenta santiagueros fiesteando juntos!”.

Era ésta la dinámica rumbera de las secciones B y C. En la A, con las “Maquilladoras” a la cabeza, las celebraciones eran más centradas al interior de la propia sección.

De esta forma, los promo 83 fueron calentando los motores para la gran fiesta de pro-graduación 83 del 21 de mayo, como nos lo recordó recientemente nuestra compañera Karel Torres (5to año C), en el chat promo 83.
“La fiesta fue en el Hotel Ávila y contó con las minitecas Sandy Lane y Stereoteka… Werner, Armanda y yo firmamos el alquiler con el hotel…Se hicieron 1.300 entradas, ¡pero creo que no las vendimos todas!”, refirió Karel, al tiempo que nos compartió la carta fechada el 2 de mayo de 1983, en la que el hotel confirma la reservación de sus espacios para nuestra fiesta de pro-graduación santiaguera. ¡39 años no son nada…!.

El espíritu festivo abarcó los días también: el parque Aruflo, el parque del Este y otros espacios recibían a los santiagueros. Y, a veces, con la espirituosa compañía del popular“Mazinger”(¿Recuerdan aquel famoso superhéroe y robot de gran envergadura de la comiquita japonesa? Sí, el mismo!).

Eso sí, todo previamente planificado: “Estudiábamos bien en qué materia y en qué clase podíamos jubilarnos. Eran planes que diseñábamos en el “Cenicero”, que fue nuestro lugar cómplice, icónico de aquel tiempo” comenta Rosita. “Y todo era muy sano: lo de nosotras era bailar y bailar, y echar mucha broma”.

El “Cenicero”, en la esquina del colegio, era lugar de encuentro de representantes de las tres secciones 83. Congregaba a rumberos y connotados jubilados por igual. También era frecuentado por otras promociones de santiagueros en similar condición de campeones en el arte de jubilarse.

Otras veces, las jubiladas se canalizaban en desayunos en el cafetín de la Clínica la Floresta, frecuentes escapadas al Centro Plaza, al Crema Paraíso y al popular Tropiburger de los Palos Grandes, famoso por sus comidas completas y deliciosas merengadas.

Otros frentes de diversión y de exigencia académica…

Así, finalizando abril de 1983, e intensificándose cada vez más en mayo y junio, los 83 tuvimos diferentes frentes de compartir celebrador de la vida que incluyeron las aventuras del recién creado centro de excursionismo “Kukenam”, las competencias de natación, gimnasia y los torneos deportivos de basket, voleibol y futbolito, todo ello a la par de nuestros estudios de quinto año, que por tratarse del CSLC, no dejaron de ser muy exigentes y retadores para llegar “lisos” y sin contratiempos al acto de grado, a realizarse el 25 de julio de ese año, día de Santiago de León de Caracas.

…esta historia continuará!.

…¡Gran abrazo mundial, transcontinental, santiaguerooo!.

Wadim Briceño G.
5to. Año “A”, promo 83, CSLC)
Marzo 23, 2022.